Historia de la Guerra: La Segunda Guerra Mundial

La Segunda Guerra Mundial estalló en 1939 cuando Alemania invade su vecina Polonia el 1 de septiembre, conquistando todo el país en poco más de un mes. Las fuerzas aliadas de Francia e Inglaterra declaran la guerra a Alemania, conflicto al que se van sumando la inmensa mayoría de potencias, incluyendo la URSS, Estados Unidos y Japón, en un conflicto mundial que finalizaría en 1945 con la muerte de Hitler y la consiguiente disolución del III Reich, y los bombardeos nucleares de Hiroshima y Nagasaki, que pondrían fin a la batalla entre Estados Unidos y Japón.

La guerra se saldó con una estimación de 40 a 85 millones de muertos en total entre ambos, bandos, convirtiéndola en la guerra más mortífera de toda la historia. La guerra no tuvo una presencia tan generalizada de trincheras como la anterior; en su lugar, la nueva tecnología incluía nuevas y mejoradas armas de fuego como rifles y subfusiles, tanques más avanzados y las correspondientes armas antitanque como los lanzacohetes, avanzados medios de guerra naval como buques y submarinos, y el empleo generalizado de bombardeos masivos de zonas civiles, destinados a la destrucción de recursos y moral de las víctimas.

Los corresponsales de guerra se convirtieron en una constante en todos los frentes, aunque su labor, más allá de la intención informativa, se convirtió en propagandística: las potencias involucradas necesitaban convencer a los ciudadanos de la necesidad de alistarse en el ejército para poder continuar su presencia en la guerra, por lo que la fotografía y las artes en general se destinaron al reclutamiento de jóvenes que serían enviados muy probablemente a sus muertes.

Robert Capa continuaría su labor fotográfica en este masivo conflicto tras concluir su periplo durante la Guerra Civil española. Especialmente conocidas son sus tomas durante el Desembarco de Normandía, el conocido como Día D, en el que tropas estadounidenses, canadienses y británicas tomarían unos puestos alemanes en la playa de Normandía, marcando el inicio de la victoria estadounidense en Europa que culminaría con la toma de Berlín junto a las fuerzas soviéticas. A pesar de que la mayoría se perdieron, las impresionantes imágenes de la batalla en Normandía se han convertido en un icono de la Segunda Guerra Mundial, y sirvieron como la base para una de las primeras escenas de la película “Salvar al soldado Ryan”, de Steven Spielberg, quien supo captar con gran realismo todos los detalles del desembarco.